"En Pointe de la Baumette, en la costa meridional de Francia, hay un faro con una placa en la que se conmemora el final de Saint Exupéry, autor de "El Principito". Desapareció en julio de 1944, su aparato uno de los muchos que se perdieron sin dejar rastro en la gran vorágine de la guerra. El mar azul de una belleza fulgurante, el mar en que luchó Cervantes y donde nació la historia: en sus aguas, en algún lugar, yacen los huesos de este santo seglar".
-James Salter / “Quemar los días”
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