sábado, 27 de marzo de 2010

JUSTICIA TRANQUILA



La Embajada de Israel envió a Theodoros Pangalos, miembro del Parlamento de Grecia, tres botellas de vino como regalo de fiesta con los deseos del Embajador Ali Giachia.
Theodoros Pangalos devolvió este regalo y se lo agradeció al Embajador con la siguiente carta:


Estimado Sr. Embajador,

Gracias por las 3 botellas de vino que me envió con sus saludos.
Deseo a usted, su familia y a todos en la Embajada de un feliz año nuevo.
La buena salud y el progreso para todos ustedes.
Por desgracia, me di cuenta de que el vino que usted me había enviado se había producido en los Altos del Golán.
Desde que era muy joven me han enseñado a no robar ni a aceptar productos procedentes de robo. Así que, posiblemente, no pueda aceptar este regalo y tenga que devolvérselo a usted.
Como usted sabe, su país ocupa ilegalmente los Altos del Golán, que pertenecen a Siria, según el Derecho Internacional y de numerosas decisiones de la Comunidad Internacional.
Aprovecho la oportunidad para expresar mi esperanza de que Israel encuentre la seguridad en sus fronteras internacionalmente reconocidas y que cesen las actividades terroristas contra el territorio de Israel por Hamas o cualquier otra persona, pero espero también que su gobierno deje de practicar la política de castigo colectivo que se aplicó a escala masiva por parte de Hitler y sus ejércitos.
Acciones como las de estos días de los militares de Israel en Gaza le reuerdan al pueblo griego holocaustos similares, como en Kalavrita o Doxato o de Distomo y, ciertamente, la del gueto de Varsovia.

Con estos pensamientos me permito expresarle mis mejores deseos para usted, el pueblo de Israel y todos los pueblos de nuestra región del mundo.

Atenas.
Theodoros Pangalos,
Miembro del Parlamento (Grecia).





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2 comentarios:

yedra45 dijo...

Lo mejor que he leido en mucho tiempo, a partir de ahora Theodoros Pangalos es mi heroe, ha dicho todo lo que opino sobre los judios con mas elegancia de lo que se merecen, por alguna razón que desconozco los maltratados reproducen ese comportamiento y se convierten en maltratadores.

El jardinero dijo...

Gracias por tus palabras, bellísima Yedra. Yo me atrevería a formular una puntualización que seguro está también en tu espíritu: más que referirnos a los judíos como pueblo y en general, es mejor y más justo decir la tendencia política tan extremista y prepotente de los votantes israelíes actualmente. Ningún dios ni dioses, ni suyos ni de los otros aprobaría la barbarie que están cometiendo con otros seres humanos que solo han cometido el delito de nacer.