miércoles, 29 de octubre de 2008

PAUTAS VOLUNTARIAS

*

No es necesario contarlo nunca todo, a nadie, ni a nuestros padres, ni a nuestros amigos, ni a nuestra pareja. La sinceridad cuando hemos cometido un error se suele transformar en una petición de perdón, pero que viaja en el tren del dolor: nuestra conciencia necesita sentirse tranquila a cambio de inundar de pena a la persona que queremos, sea quien sea. Hay que calibrar con sensatez cuales van a ser las consecuencias, porque ese es el termómetro que va a medir si la sinceridad mejora las cosas o las elimina, en muchos casos. Hay que ser sinceros, pero no a costa del dolor de los demás. Es una balanza difícil, pero no contarlo todo no significa necesariamente mentir.



Olenka en Mujer de hoy




----------------------------------------

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, en ocasiones contar algo es querer purgar la culpa a costa del dolor del otro. Pero si me piden elegir entre querer a alguien en la ignorancia del error o querer a esa persona conociendo que ha errado, puedo afirmar que, cuando la pido, cien veces prefiero la verdad aunque duela.
Besos
Esther

El jardinero dijo...

De acuerdo. Gracias por tu comentario.