viernes, 3 de octubre de 2008

LOS QUE NADA ESPERAN NO SERÁN DEFRAUDADOS.


Soy una mujer atractiva, extrovertida y sensible. Estoy harta de relaciones efímeras, sin sustancia y permanencia futura. ¿Dónde está el hombre con el que vivir una vida, compartir ilusiones y quizás formar una familia?, ¿es que no tengo derecho a compartir con los demás la ‘sociedad del bienestar’? ¿Alguien me puede dar una respuesta?
SARA PUJOL. BARCELONA


Querida Sara: desista. En la actualidad se considera que un gran amor correspondido forma parte de los Derechos Universales de la Persona. No se lo crea, es mentira: no tiene derecho. Ni obligación. Hay carretadas de gente, incluso muchos matrimonios, que tampoco lo han encontrado jamás. No se haga de menos: usted puede ser feliz y plena sin un hombre al lado. No está incompleta si está sola; no se crea lo que dicen por la tele.

Mírelo así: si espera una pasión, en realidad está creando en su vida una casilla vacía para que alguien la rellene. ¿Quién quiere ser algo ya previsto por otra persona? ¿Quién quiere ocupar el espacio vacío que ya le han preparado de antemano, sin conocerle siquiera? ¿No le parece a usted que el amor debe echar la puerta abajo y hacerse sitio, su propio sitio, en lugar de acomodarse, dócil como un animal doméstico, en la cestita que usted ya tenía preparada? Quizá sea su propia expectativa lo que ahuyenta la pasión, pues ¿qué pasión se resigna a ocupar ese sitio vacío desde hace tiempo, como quien se pone la chaqueta de un difunto, aunque le quede grande (o pequeña)?

Por último, no se convierta en acreedora. No sea una de esas personas convencidas de que se les debe algo. Nada hay más insufrible. No convierta el amor en una deuda, ni en una tarea de obligado cumplimiento. Deje que sea (si es, tampoco pasa nada si no aparece) un regalo imprevisto, inesperado, inmerecido. Y por eso mismo, más resplandeciente.



-Rafael Reig en "Público"
(Ilustración "Orilla tranquila" de M. Dominguez)



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensé en comentar este título, entre trampa y bienaventuranza, con un simple: eso espero. Sin embargo hoy en Diario Sur aparece una cita de Punset, que lo dice mucho mejor. "El disfrutar de la espera, con los pequeños detalles, da una opción más de felicidad."
Un beso para Ché (Durán), esté donde esté. Otro para tí también.

El jardinero dijo...

Gracias Sol de Ítaca.