sábado, 30 de agosto de 2008

VERSIONES


Cada vez tiene menos interés ser hombre. Es esta una institución decadente y fatigada. Atestada de fundamentos razonables, de honrosos sentimientos del deber y abrumadoras empresas de coraje. Toda la nueva aventura está arracimada en el pecho de la mujer, en su goce sin pronóstico, en la incertidumbre de su cuerpo exento que no tiene dirección ni aforo. (...) La mujer no es ya el otro sexo manso y simétrico en un escenario acabado. La mujer es la dinámica del sexo y sus aberturas.
Ignorada, transportada como un animal sin lenguaje, la mujer ha sido conducida hacia el mayorazgo y el amaestramiento. La madre, la esposa o la amante, tratadas por los procedimientos de la estabulación o de la selvicultura, se habian convertido para el hombre en una ordenada y benévola réplica de sí mismo.
¿Qué cosa es el valor de la mujer, el placer de una mujer? ¿De qué modo se burla de nosotros o quiere poseernos? Esos designios femeninos, tan sabios e incalculables, hacen a los hombres ridículos escolares de este mundo, mediocres héroes que correrían a cambiar sus gravosas y enhiestas banderas por la ambiciosa aventura de ser mujer.



-Vicente Verdú





----------------------------------

No hay comentarios: