sábado, 23 de agosto de 2008

PARA MI DORA


EN GRATITUD POR EL OFRECIMIENTO DE UN TÉ RECIÉN HECHO

La primera taza humedece mis labios y mi garganta;
la segunda taza ahuyenta toda soledad;
la tercera taza limpia mi mente de discursos y libros.
Con la cuarta taza, empiezo a sudar,
las tribulaciones de la vida se evaporan por mis poros.
La quinta taza purifica todo mi ser.
Seis tazas y entro en el reino de lo Divino;
siete tazas –ah, pero ya no puedo beber más;
sólo puedo sentir la brisa
entre mis mangas,
¡haciéndome flotar hasta la isla de la Inmortalidad!




- Lu Tong, poeta chino del siglo VIII





--------------------------------------------------

No hay comentarios: