domingo, 6 de enero de 2008

DEL DIARIO "PÚBLICO"


El octavo presidente de EEUU fue un hombre llamado Martin Van Buren, nacido en Kinderhook, un pueblecito del Estado de Nueva York. Se hizo representante de ese distrito en la capital, Albany, luego senador y más tarde presidente de Estados Unidos durante un mandato (1837-1841). Pero antes de eso, cuando llegó a Albany representando a Kinderhook y sus campesinos, los políticos de las grandes ciudades se burlaron de él por su origen. Sin embargo, él no sólo fue un buen político (si tal animal existe), sino que también se ganó la fama de humanitario y decente. Visitó a muchos niños enfermos en hospitales, e hizo bastantes obras de caridad en general. Tanto es así, que sus colegas empezaron a llamarle Old Kinderhook, y el apodo se quedó para siempre.
Cuando por fin se convirtió en candidato a la presidencia del país, el mánager de su campaña, buscando un eslogan con garra, recurrió a su apodo –es decir, Old Kinderhook For Pres.–, pero el nombre entero no cabía en los botones de propaganda electoral. En consecuencia, decidieron poner sólo las siglas; o sea, O.K. For Pres. Resultó elegido, aunque no pasó a la historia como un presidente excepcional; con todo, siguió siendo una persona decente, y desde entonces la gente empezó a referirse a casi cualquier cosa buena, válida o decente como O.K. ¿O.K.?



Richard M. McBride
Valencia





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