“Es un hecho curioso que tanto la noción de
tiempo como la de espacio, frutos del cerebro humano, condicionan todos
nuestros actos, nuestra visión del mundo y también nuestra identidad. El
universo ignora el ayer y el mañana, el antes y el después, arriba y abajo,
izquierda y derecha. Pero nosotros los humanos venimos al mundo conjugando en
tiempos distintos los verbos que todavía no sabemos pronunciar, imaginando que
los cambios que sufrimos al crecer y declinar son obra de un dios voraz que nos
persigue incansablemente con su clepsidra, desde la cuna hasta la tumba
certera. En el universo que así concebimos (que no es el de la astrofísica)
todo tiene meta y deja rastros, y no aceptamos que nuestro pasado, presente y
futuro sean coetáneos. Queremos conocer el principio de los hechos y lo que
ocurrió antes del principio; queremos conocer el futuro y el momento posterior
al último. De estas imposibilidades estamos hechos”.
-Alberto Manguel
----------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario