lunes, 21 de diciembre de 2020

COSTA MEDITERRANEA 2003

 


   Tras la puerta casi cerrada de mi apartamento veraniego veo salir a la vecina de enfrente con sus dos hijas. Ella es granadina, seca en el trato y bien parecida, tendrá 30 años cumplidos no hace mucho. Las niñas 5 y 3 más o menos. Ahora bajan en silencio posiblemente a la playa. Las niñas con sus breves trapillos para bañarse y la mamá acarreando un gran bolso colgado del hombro, esterillas y toallas. Fuera cae plomo amarillo derretido.

La otra noche subían por la escalera entre discusiones con la de más edad, que ya reivindica, y arreando a la pequeña, que sube despacio con una manita apoyada en la pared recitando un indescifrable monólogo. La mamá, cargada de bolsas de supermercado, jadea repechando escalones. Del papá se habla con respeto, aunque se le ve poco. Probablemente trabaja en la capital.

Hoy por la mañana veo a la señora salir sola. Posiblemente va por el pan para el desayuno con un fresco vestido azul. Morena, alta, siempre parece estar al borde del ataque de nervios. Su vida es dura lucha: cocinar para todos, lavar la ropa, limpiar la casa y las niñas, guardar el trono del padre y, llegada la hora, dejarse follar con cierta gracia y como si no estuviera agotada.

¡Qué heroína anónima de bendito sueño! Dios la guarde.


-S.P.


 

---------------------------------------------


3 comentarios:

Anónimo dijo...


Así espero que Dios la guarde y no cae en la trampa de convertirse en la esclava de por vida de los hijos ....... y del marido.

Un abrazo, E.

Anónimo dijo...

Habéisme de prometer de que con ninguna pregunta, ni otra cosa, no interromperéis el hilo de mi triste historia (I XXIV)
CERVANTES

Así hablaba don MigUel en su novela movi road ( Leo Spitzer) el Quijote.
Me aplico su lección y os ruego deis curso camino de la papelera al neuropreguntorio que ayer noche os remití..
Me ha gustado mucho tu relato. ¡Chapeau¡

El jardinero dijo...

Gracias por vuestra sensibilidad y por vuestros atinados comentarios.


-----------------