Los textos tántricos fueron escritos como un diálogo
entre el dios hindú Shiva y su amada, Shakti. Tal vez por ser deidades de la
tradición hindú no están atadas por las inhibiciones humanas; Shiva y Shakti
pueden hablar abiertamente entre ellos de cosas muy íntimas. Utilizan las
palabras “lingam” para el órgano sexual masculino, que significa “Vara de luz”,
y yoni para los genitales femeninos que se traduce como «Espacio sagrado».
En el libro “El Tao de la Energía Sexual”, se cuenta que
en la antigua China algunas mujeres utilizaban piedras muy pulidas para fortalecer
el músculo pubococígeo (que se extiende desde el hueso púbico hasta el cóccix).
Las taoístas modernas usan “el huevo de Jade” cómo una manera de masajear los
puntos internos, conseguir fuerza y poder espiritual. Además de masajear los
órganos, ayuda a corregir la incontinencia de orina.
Las occidentales desconocemos estas prácticas, por lo que
se tiende a tener un yoni poco musculado. Utilizando estas prácticas se
intensifican y alargan los orgasmos y se facilita el ascenso de la energía
sexual. Uno de los ejercicios más sencillos que se usan es Intentar detener la
orina unas cuantas veces seguidas cada vez que vayas a orinar. Esto te
permitirá ser conciente de tu musculatura vaginal.
R. Burton escribió: “Este control vaginal es la respuesta
femenina más buscada. Ella debe cerrar el yoni hasta que éste apriete el lingam
como una mano, abriéndolo y cerrándolo a su gusto, como la de una gopi que
ordeña la vaca. Su marido la apreciará más que a cualquier otra mujer y no
querrá cambiarla por la más bella reina de los Tres Mundos”.
- Op. cit.
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