“El deseo es
maravilloso, pero no es garantía de conocer al otro; a veces lo
sobredimensionamos, pero no olvidemos que el deseo es posibilidad y conocer a otro
es entrar en su realidad. Hay miles de personas con quienes hay “mundos
posibles”; encontrarlas es lo que lleva a la seducción, aunque en última instancia es un
juego de espejos, un modo de verse a uno mismo. Conocer a otro es más complejo porque puede no funcionar, no gustarnos, no gustarle, darnos miedo, etc. Sin embargo,
no es lo mismo atravesar una decepción después de haberlo intentado, que añorar
algo que no ocurre porque no dimos el paso. A mí me gusta la canción (aquí) de Leo García
que dice “Hagamos todo para conocernos más”.
-Luciano Lutereau,
psicoanalista (y yo)
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