Hoy no es el día de
los inocentes. El día de los inocentes, para los trabajadores y jóvenes
estafados y sin futuro, se celebra todos los días en bellísimos palacios que
nunca nos dejarán pisar. Salvo que volvamos a parafrasear a Diderot (en la imagen) y nos
convenzamos de que "el hombre solo será libre cuando el último rey sea ahorcado
con las tripas del último sacerdote”. Pero no podemos parafrasearlo, que se
desestabilizarían los mercados y tal.
-Anibal Malbar
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