“El acto de desnudar
por primera vez a la persona amada es una de las cosas más sobrecogedoras del
mundo, solo comparable a un accidente de coche, algo capaz de cortar la
respiración, alterarla, cegar, olvidarse del entorno, hundirse en el piélago del
frenesí incontrolado. Son segundos imborrables, eternos, plenos, como los que
tarda el coche en saltar a cien por hora fuera de la carretera volando hacia el
terraplén. Quien lo ha probado lo sabe, y no sabría decir cuál de las dos
experiencias es más peligrosa dadas las consecuencias”.
-Luís Racionero /”El
libro de los pequeños placeres”
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