En estas fechas
entrañables, así llamadas porque los grandes almacenes y las marisquerías nos
arrancan hasta las entrañas, que se siga emitiendo y comentando el discurso de
Felipe VI El Preparao tiene su aquel. Cuando no dice vaciedades, suelta, lisa y
llanamente, mentiras. La más gorda de Nochebuena 2019 ha sido lo de «la crisis
económica ha acentuado la desigualdad».
Otra vez el poder tratando de vender al populacho la desregularización
capitalista como si fuera una catástrofe natural. En Filipinas hay ciclones y
en España, crisis económicas. Cuando todo el mundo sabe que las crisis las
provocan un puñado de desaprensivos que se saltan las reglas y luego se
benefician de la situación de caos en que han dejado a sus congéneres para
acabar de forrarse.
En España, hemos ido
incluso más allá, porque Mariano Rajoy consiguió que los españoles se
sintieran, además de pobres, culpables: hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades dijo el muy indecente. Que ahora se forra vendiendo libros en los
que cuenta cómo estafó a todo un pueblo. Hemos blanqueado a uno de los políticos
más siniestros y mentirosos del país por el procedimiento de convertirlo en un
personaje chusco y afable. Rajoy es una especie de Carmen Sevilla de diseño, o
si lo prefieren, un Papá Noel entrañable y bonachón del que solo nos falta
fabricar pantuflas con su efigie. En Pontevedra, donde vivió tantos años, lo
conocen bien y lo declararon persona non grata. Es un mal nacido.
-Máximo Pradera
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