miércoles, 22 de enero de 2014

UNA INTERPRETACIÓN


No muy lejos del pueblo, un chopo añoso y alto crece a un lado del camino que sube hacia la casa El Tejar. Cuando asfaltaron el carril empezó a ceder en su derechura, desmayándose con lentitud vegetal. Subiendo por el pasaje que él vigila hace años siempre pensaba que le había llegado su hora pero, de un par de primaveras para acá, nuevas ramas han nacido en la parte superior recuperando la verticalidad original. 
¿Cómo lo hará? pensaba yo. He llegado a la conclusión, empapada de fantasía, de que el viejo árbol se desarrolla en la correcta dirección enviando su savia en sentido totalmente opuesto a la fuerza de gravedad. Busca de esa manera subir y aprovechar más Sol.

Cuando me aplico el cuento tomo conciencia de mis intentos de actuar en la vida dándole la más rigurosa espalda a la incomprensión –dicen que comprenderlo todo es perdonarlo todo- para poder seguir, como el árbol, creciendo con total convicción hacia la luz del Amor, de la Armonía Interior.


-S.P.




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5 comentarios:

Bettyna dijo...

¡plas, plas, plas, plas! (Esto pretenden ser palmitas de aplauso)

¡Preciosísimos el redondo texto y la tierna foto!

Eres un poeta. Sí. ^_^

I♥U

Anónimo dijo...

Tillo y tú... Tú y Tillo...y ese camino.

El jardinero dijo...

Si, "ese camino" es una parte del camino.

¿Y tú...?

Anónimo dijo...

Y yo...escuchando a Dire Sraits...;-) y recordando como Tillo te recogió su arnés que dejaste en una piedra del camino...de vuelta a casa. Te deseo buena vida y paz en tu corazón...

El jardinero dijo...

Die Erinnerung an dich schmerzt,
Aber da ich dich liebe, kann ich ich dich nicht vergessen.


S.



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