En España hay 20.000 asesores nombrados a dedo por los
políticos. Ya se podían meter el dedo por otro sitio si oyeran el clamor del
pueblo, que es unánime porque no sólo gritan a coro los 6.202.700 parados, sino
los que temen acompañarles en su inmovilidad.
«Hay cosas que no tienen remedio y son las más», dice mi
santo patrón Larra, que también se llamaba Mariano, como Rajoy. Sin duda es la
paciencia una virtud y quizá por eso nos extraña que se hayan mostrado tan
presurosos tantos compatriotas que se han llevado el dinero a Suiza. No sé
cuántos serán, pero en los neutrales bancos hay 100.000 millones de euros
depositados por españoles. Hay que tener muy poca esperanza en que las cosas se
arreglen y muy poca vergüenza para huir llevándose el dinero que ganaron aquí.
Claro que en muchos casos no fue con el sudor de su frente, sino con el sudor
de los de enfrente, a los que veían trabajar a través del cristal de la vitrina
de sus despachos.
Las salvaciones serán individuales y escasas, porque hay
menos botes que pasajeros y el naufragio es de todos. En Italia ya han empezado
los tiros y un loco, más desesperado que otros locos, ha disparado «contra los
políticos». Eso sí que es un escrache. No debemos imitarle porque aquí hay más
políticos que municiones y habría que tener mucha puntería para no darle a un
chófer, a un escolta, a un asesor o a un consejero.
-Manuel Alcántara en SUR
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