En el Taiji las posiciones se ensamblan con una lógica simple y se tarda un tiempo en sentirlo así. A mis alumnos pretendo acercarlos a la forma desde la perspectiva de una danza que al margen de su condición de agente transferencial de un complicado ritual marcial, es una herramienta que puede aromatizar de arte la pulsión creativa de cada persona que explora su interior buscando herramientas para conocerse.
-S.P.
(Lamento no saber el autor del dibujo)
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