Ya le queda a Bush menos de un año en la Casa Blanca pero aún dispone de gran capacidad para cometer despropósitos –podría ordenar atacar a Irán, por ejemplo.
Bush recibió de las manos de Bill Clinton unas cuentas públicas con superávit. Las devuelve con un enorme déficit y al borde de la recesión y con un mundo más inseguro, no solo por el 11-S contra Estados Unidos, sino por la forma en que su Administración reaccionó. Sus conciudadanos están pendientes de las primarias para ver quiénes se enfrentarán para sucederle en enero próximo. Alguien con una mayor talla intelectual y moral que el actual presidente no será dificil.
-Sobre un editorial de EL PAÍS 30/01/08-
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1 comentario:
A este hombre lo pued superar incluso un chimpacés, no he visto cosa peor que él. Supongo que ya tendran ganas de quitarselo de encima.
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