No consigo encontrar
la manera de dirigirme a ti. No sé si por tu nombre, tu apellido, tu cargo
oficial o alguno de tus muchos remoquetes: carnicero, alma de hielo, genocida,
matarife báltico…
Reconozco que hubo un
tiempo lejano en que me caíste bien. Quizá por eso voy a darte una posible
solución al embrollo en que nos has metido y a la vez vas conseguir ganar la
partida a la OTAN y lo que representa.
¿Te acuerdas cómo se
oye a otra persona sin matarla porque no te gusta lo que dice o escribe?
Pues practícalo todo
lo posible. Puedes comenzar conmigo.
Para empezar creo
comprender la razón de esta última estupidez sangrienta que estás cometiendo.
Entre la gente más o menos normal cuando uno pierde el vigor sexual por la edad,
lo que hace es comprarse un coche más grande. Pero tú no. Tú una guerra. La parte
mongola que tienes te ha vuelto a jugar una mala pasada.
Tras las felaciones
iniciales vais a fingir que te ha convencido para retirarte a la pestilente osera
si se olvida todo lo que ha pasado, que no habrá consecuencias penales y que se
restablecerá el flujo monetario.
Seguro que aceptan.
Los alemanes están temblando y no es de frío.
De esta manera, en las
próximas elecciones en USA saldrá presidente Ciervo Loco, que destruirá por completo
cualquier atisbo de armonía y solidaridad en el mundo conocido y desencadenará una guerra civil en EE.UU. El planeta
quedará en manos de comerciantes, oligarcas y señores de la guerra sin escrúpulos, como actualmente la sagrada e
inmortal Rusia.
Te habrás cargado el modo de vida de una civilización limpiamente, sin radiaciones nucleares ni monsergas.
El Mal habrá ganado finalmente la
partida.
-S.P.
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