viernes, 8 de marzo de 2019

YO LA CONOCÍ



Como Osiris, Isis aprendió en Egipto los misterios del nacimiento incesante.
Conocemos su imagen: esta diosa madre dando de mamar a su hijo Horus, como mucho después la Virgen María amamantó a Jesús. Pero Isis nunca fue muy virgen, que digamos. Hizo el amor con Osiris desde que se estaban formando, juntos, en el vientre de la madre, y ya crecida ejerció durante diez años, en la ciudad de Tiro, el oficio más antiguo.
En los miles de años siguientes, Isis anduvo mucho mundo, dedicada a resucitar a las putas, a los esclavos y demás malditos.
En Roma fundó templos en medio del pobrerío, a la orilla de los burdeles. Los templos fueron arrasados por orden imperial, y fueron crucificados sus sacerdotes; pero esas mulas tozudas volvieron a la vida una y otra vez.
Y cuando los soldados del Emperador Justiniano trituraron el santuario de Isis en la isla Filae, en el Nilo, y sobre las ruinas alzaron la católica iglesia de San Esteban, los peregrinos siguieron acudiendo a rendir homenaje a su diosa pecadora, ante el altar cristiano.


-Eduardo Galeano / “Mujeres








 
-------------------------------------------------------

No hay comentarios: