Un guerrero tendrá muchos oponentes en una vida,
pero el oponente último es su propio yo. Dentro de la personalidad de un
luchador hay una amplia selección de demonios a ser conquistados: miedo,
pereza, ignorancia, egoísmo, egotismo y tantos más. Hablar de dominar a otras
personas es intrascendente. El superar realmente los propios defectos es la
verdadera naturaleza de la victoria. Es por eso que muchas religiones
representan guerreros en su iconografía. Esas imágenes no son símbolos de la
dominación sobre otros. Más bien son símbolos de la ferocidad y determinación
que necesitamos para vencer a los demonios dentro de nosotros mismos.
-M.T.
-------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario