miércoles, 3 de enero de 2018

BELLA HEROÍNA




    Ha sido toda una lección de humildad: cuando creíamos que ya lo sabíamos todo sobre el ajedrez, de Morphy a Capablanca y de Alekhine a Karpov, llega la negativa de la campeona mundial de ajedrez, la ucraniana Anna Muzychuk (en la imagen), a defender su título en el Mundial de Ajedrez celebrado en Arabia Saudí.

Hay que reconocer que la idea de celebrar un campeonato mundial femenino de partidas relámpago en un país donde tratan a las mujeres como animales de compañía sólo puede venir de los directivos de esas federaciones deportivas que deciden celebrar una Copa de Fútbol en Qatar o arrebatarle la corona mundial a Bobby Fischer. Muzychuk se niega a jugar en un país donde una mujer no puede viajar sola, ni pasear por la calle sin ir acompañada por un hombre, ni probarse ropa en una tienda, ni abrir una cuenta corriente sin permiso de un varón. “Estoy dispuesta a defender mis principios y saltarme el evento, donde en cinco días esperaba ganar más de lo que consigo en 12 torneos juntos” ha dicho Muzychuk.

Actualmente hay muy pocas jugadoras entre la élite mundial, formada casi exclusivamente por hombres, pero parece que esto tiene mucho que ver con presiones ambientales y educativas y muy poco con factores genéticos. Con su inesperado sacrificio, Anna Muzychuk ha demostrado que pensar mejor consiste en pensar de otra manera y que hay ocasiones en que un abandono es una victoria.



-David Torres en PÚBLICO









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