- ¿Te gusta leer?
- Me gusta Hermann Hesse.
- Dios santo –dije sorprendido-. Aun hay esperanza para
todos nosotros. Yo conocí a Hesse.
- ¿Le conociste? –exclamó y abrió la boca mostrando
verduras a medio masticar-.
(...)
- Era un viejo muy agradable, pero estaba triste cuando le
vi por última vez. Debe hacer ya quince años por lo menos. Fue en Lausana o
Ginebra, o un sitio parecido. Era ya tan viejo como yo ahora. Parecía que ya no
le interesase gran cosa su obra. Decía que no sabía si había obrado correctamente
al abandonar Alemania para concentrarse en un orientalismo impostado y en los
juegos espirituales.
-Anthony Burgess
------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario