La
UE impone sanciones a Rusia, por contribuir a la desestabilización de Ucrania,
pero nadie se atreve a sancionar a Israel. Cualquier voz que se alce contra la
intervención israelí es calificada de antisemita y los países occidentales sólo
se atreven a decir que es desproporcionada; es decir, que podrían bombardear,
pero menos.
-Carmen Vallejo en EL PAÍS
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