sábado, 30 de junio de 2012

PARA DISFRUTAR

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Ayer la luna brillaba sobre el Valle y todo relucía.
Hoy el aire sigue siendo limpio y frío, pero las nubes avanzan cargadas de negror.
Pese a la escasa visibilidad, hay quienes escrutan el cielo calculando el precio de las cosas.
Los músicos del lugar atacan un pasacalle como si las primeras gotas de lluvia fueran solo apariencia y la alegría real.

En las terrazas se desmantelan las mesas por temor a la tormenta. Un analista financiero, que pasa el fin semana en el pueblo de sus antepasados, conectan en su ambición la lógica extraña de todos estos factores y ordena a sus agentes invertir comprando prima de riesgo.
Sobre su mesa, en el salón-comedor del Casino, una rosa se abre en su pequeño florero de cristal, sedienta de lluvia.
Por la ventana entra una ráfaga de aire frío que provoca un ligero temblor en los hombros desnudos de la mujer que lo acompaña.


-Salvador Ramos




(En la imagen "Florero azul" de E. Wetzel)

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1 comentario:

Isolda Wagner dijo...

Descripción única y hermosa y tan especial como tú.
Un beso, Salvador/es