miércoles, 25 de noviembre de 2009

CONFESIONES



La fobia social se ha instalado inamovible en los pocos haces de neuronas que todavía no me han solicitado el divorcio, la autodeterminación o directamente el apagón. Asimismo, mis reflejos emocionales han mermado con la edad (y el consiguiente escepticismo adherido) hasta ser comparables a los de un atún de los pocos que van quedando.

Pero en este momento y a día de hoy, con lo que me queda de lucidez y de certeza, escribo y rubrico aquí lo feliz que me hace escuchar reír a la mujer que amo.



-S.P.



(Pintura de Tom Wesselmann)
----------------------------------

1 comentario:

Luna Roja dijo...

Precioso sentimiento.
Besos Jardinero