lunes, 26 de febrero de 2018

A ÉL Y AL JARDINERO



    A Giacomo Puccini cualquier acto social le alteraba, como él mismo reconocía: “Una invitación a cenar me pone enfermo una semana, no he nacido para esta vida de salones y fiestas”. En más de una ocasión tuvieron que sacarlo, horrorizado, de una recepción dada en su honor (…)

En otro momento llegó a preguntarle al libretista Giuseppe Adami:
“¿Cree usted que he sido feliz? Siempre llevo conmigo una gran dosis de melancolía. Es cierto que no tengo ningún motivo para ello, pero soy así, y así son muchos de los hombres que poseen corazón y rechazan la más mínima frivolidad” (…)

Él mismo escribía: “Mi soledad es ilimitada, como el mar; lisa, como la superficie de un lago; negra, como la noche; y verde, como la bilis”.




- Fernando Argenta / “Los clásicos también pecan”











-------------------------------------------------------

No hay comentarios: