"Piensen en un país en el que la corrupción campa a sus anchas. Una nación que sufre una profunda crisis de Estado, evidenciada en una región en la que buena parte de sus habitantes quieren separarse. Piensen en un país donde la desigualdad bate récords, donde las empresas son unas privilegiadas, fiscalmente hablando, frente la ciudadanía es la que asume la práctica totalidad de la carga fiscal.
Dibujen en su mente un país en el que mientras los
brotes violentos de la ultraderecha se multiplican, las fuerzas del orden no
intervienen, aún con la resaca de una represión policial brutal e
injustificada. Una patria en la que la violencia de género se ha llevado ya
por delante más vidas que el terrorismo.
Un país en el que el partido político que lo
gobierna normalizó la corrupción hasta el punto de financiar con ella sus
campañas electorales… un Estado cuyo presidente, según apunta el instructor
de una causa judicial, cobró dinero en B…
¿Han conseguido tener en la cabeza el dibujo de un
país así? Bien, pues ahora piensen en que diseñan una camiseta oficial para la
selección de fútbol y se para el mundo, se genera una polémica que eclipsa todo
lo que les he enumerado previamente.
¿Es o no es fácil gobernar a un pueblo tan simple
como ese? discuten y no hablan más que de una camiseta mientras el país se va a
pique.
¿Para qué hace falta ser honesto? ¿Para qué tener
mente de estadista y gobernar para el interés general si el pueblo vive sumida
en la más absoluta estulticia? ¿No es más sencillo robar a manos llenas y,
además, reírse a la cara de los que roban porque están dándole vueltas a esa maldita
camiseta?
Me alivia pensar que no puede haber un pueblo como
el descrito, tan sumamente estúpido y manipulable, ¿verdad? … ¿verdad?"
-David Bollero en PÚBLICO
----------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario