"Tengo un frigorífico exclusivamente para el champán. Para mí, beberlo es una ceremonia. Antes de beberlo, ayuno. Nunca bebo antes de las seis o las siete de la tarde, y jamás sola. Son necesarias una o varias personas. Hablar con la embriaguez que provoca esta bebida abre el corazón".
-Amélie Nothomb
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