domingo, 29 de julio de 2012

DESPERTAR

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“He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso, pero no tiene por qué ser una tragedia. Si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Sin duda, evolucionar constituye una infidelidad..., a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día debería contener al menos una infidelidad esencial o una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro..., una afirmación de que las cosas pueden ser no solo diferentes sino mejores”.

-Hanif Kureishi 




(En la imagen Morfeo, dios del sueño, e Iris, mensajera de los dioses, por Guérin)

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2 comentarios:

B. dijo...

¡Oooh, esto está buenísimo y tan magníficamente expresado…!

Sí, no debería ser una tragedia, después de todo sólo tenemos una vida con su fecha de caducidad.

Pero debe ser difícil, por no decir imposible, incorporar este más que razonable esquema en un sistema neuronal que desde sus más tiernas y primeras conexiones escucha y siente de fondo un grito sordo de no-me-dejes-que-me-muero.

¿Cómo deshacerse de una jodida rebequita, por decir algo, con lo buena que ha sido siempre la rebequita contigo?

A lo mejor en otra vida! ☺ Este Kureishi...

El jardinero dijo...

Pero en realidad el grito sordo lo pone uno para algo. Descubrir ese "para qué" debe ser una de las llaves de la libertad emocional. Guess I, naturally...

En el caso de la rebequita, si yo fuese ella te diría: "Si ya no te sirvo devuélveme la libertad. Permíteme seguir siendo útil. Déjame ser usada por otras personas que quizás no pueden comprarme".