domingo, 28 de junio de 2009

PENSEMOS, PENSEMOS...


Según dice Alcira Marian Alizade en su libro “La mujer sola” (Lumen) para habitarse a sí misma y construir un mundo propio, la mujer tiene que pasar por la experiencia de la soledad. La autora sostiene que la soledad puede conducir a una mujer a niveles crecientes de maduración psíquica.
Entonces, como explica el libro, se produce una paradoja: la de estar sola y, al mismo tiempo, nunca más sola. Porque la mujer que ha llegado a encontrarse bien en su soledad, ya tenga pareja o no, tenga hijos o no, ha conseguido realizar una metamorfosis que la ha hecho convertirse en madre de sí misma. Y esto es fundamental para ella.




-Isabel Menendez, psicoanalista




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5 comentarios:

La eterna langosta dijo...

Preciosa foto para acompañar este sugerente texto...

* ..estar sola y, al mismo tiempo, nunca más sola.

* ..convertirse en madre de sí misma.

¡Cuánto trabajo queda por hacer!

Muchos besos.

L. dijo...

Soy imbécil, rematadamente imbécil y estúpida. Y eso, según parece, no tiene cura.

jazmín dijo...

¡Bonita flor!
Su aroma es tan verdadero, que transporta a lugares llenos de inocencia. Me gusta la bondad de esa asana.

Gracias, jardinero.

El jardinero dijo...

L. Vaya! Y ahora qué hacemos..?

El jardinero dijo...

A ese jazmín, sentídamente mío, tan limpio y oloroso como dan de sí sus pequeñas fuerzas, le dedico la acepción más dulce de la palabra tiempo.