“Un asistente del papa Inocencio X bajó la voz al entrar en la sala en penumbra donde le pareció que estaba
el Papa, pero lo que había visto en realidad era el retrato recién pintado por
Velázquez. Los pintores y los aficionados se complacían en tales malentendidos,
pruebas de maestría que venían celebrándose desde los tratados de arte de la
Antigüedad”.
-A. Muñoz Molina
(En la imagen el retrato
citado. Pintado en el verano de 1650)
2 comentarios:
Increíble el cuadro, la mirada que tiene, parece que te está mirando de verdad. Verdaderamente impresionante.
Un abrazo, Elsie
Mientras el mundo exista se admirará al gran maestro y no morirá.
Gracias por el comentario.
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